Don Marcial Martínez, campanero de la Catedral de la ciudad, fundó en 1840 “El Paraíso”, primera tienda sobre la Calle Real de Morelia, donde vendía dulces regionales y pasteles.
Rápidamente se distinguió por sus productos de exquisita calidad, especialmente los ates morelianos, quienes ganaron varios importantes premios en ferias internacionales como las de París en 1898 y 1900.
“El Paraíso” fue heredada a su hijo Ignacio Martínez Maciel, pasando después a sus nietos: Ignacio y José Martínez Uribe.
La cafetería del Museo del Dulce se encuentra dentro de una antigua casona moreliana del siglo XVIII, donde sus canteras hablan y crean un ambiente mágico con aromas de café y chocolate. Aquí podrás disfrutar también de una deliciosa nieve de pasta, uno de los más de 40 pasteles tradicionales morelianos, galletas, gelatinas, rompope o bebidas naturales.
Calle Real abrió, en 1903, un elegante salón para familias en donde servía pasteles, refrescos, sodas, helados y otras especialidades. En la cafetería Acueducto continuamos esa tradición y ofrecemos a nuestros visitantes platillos como los tradicionales Uchepos y Corundas michoacanas, gelatinas, chocolate elaborado en la factoría, pasteles y galletas de nuestros hornos. Todo elaborado con el esmero y el cariño de Calle Real.
Para llevar o degustar en nuestra pequeña terraza.
Ideal para pasar camino a la oficina o el trabajo.
Un servicio rápido y amable con una gran variedad de
bebidas calientes y frías. Todas con el sello de la casa
para su satisfacción.
En 1903, en la tienda El Paraíso, inició la elaboración de pasteles y repostería influenciada por las técnicas y recetas francesas del porfiriato.
La fusión de los frutos de nuestra tierra michoacana, junto con las técnicas francesas, dieron origen a recetas muy particulares, que distinguen a nuestras especialidades con una identidad moreliana que ha conquistado los paladares de todos aquellos que nos visitan y los prueban.